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Arquitectos: 100 Planos Arquitectura
- Área: 220 m²
- Año: 2024

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicada de manera privilegiada sobre una colina próxima a Alicante, esta vivienda se convierte en el anhelo de una joven pareja.


Conscientes del potencial que tienen ante ellos, su planteamiento para el proyecto es claro: recuperar la esencia mediterránea y la arquitectura más característica de la costa alicantina, sin perder de vista las líneas contemporáneas de la arquitectura actual.

El proyecto se desarrolla jugando con aquellos aspectos intrínsecos de la arquitectura autóctona. Geometrías curvas, revestimientos de cal y materiales naturales.


El paisajismo tiene un papel esencial en la sensación de inmersión en la naturaleza que ofrece el proyecto, que es trabajado desde el respeto por el paisaje autóctono y diseñado con frutales y masas arbustivas para componer espacios exteriores y ocultar estratégicamente aquellas edificaciones vecinas que pueden alterar la percepción de aislamiento deseada.


Con la visión panorámica del mediterráneo, se reestructura la vivienda con una estrategia sencilla que consiste en volcar las zonas principales de la vivienda a este paisaje. De esta manera, respetando la geometría original de la vivienda, el proyecto cambia por completo la distribución interior, abriendo los espacios originales, demasiado fragmentados, y adaptándolos a las necesidades actuales de los propietarios, explotando su conexión con el exterior.


La planta baja se concibe como un espacio diáfano que aloja los usos de estar y cocina, quedando vinculados a varios espacios exteriores que, dependiendo del momento del día, van ganando relevancia. Del mismo modo, en la planta primera se plantea el dormitorio principal enfocado al mar que desarrolla tres de sus fachadas a este paisaje.


De una manera casi accidental, a través de una ruptura en el muro perimetral se produce el acceso al jardín que rodea la vivienda. Al entrar en la parcela, se descubre una gran puerta pivotante de acero en el centro de la fachada trasera, que busca engrandecer el acto de acceder al hogar, generando un eje vertebrador de la vivienda que marca una cierta simetría transversal. De esta manera, ya desde la entrada es posible descubrir las espectaculares vistas al Mediterráneo de las que disfruta la casa.

En cuanto a la materialidad, se trabaja con tonalidades neutras y materiales nobles. El microcemento interior, que reviste paredes, suelo y techo, se mimetiza con el encalado de la fachada, bañando todos los espacios y generando continuidad en el proyecto. La madera, de roble natural, se usa en la carpintería interior y los muebles de cocina, así como en el pavimento de planta primera, donde se ubica la zona de noche, persiguiendo un entorno más acogedor. Por último, la piedra natural se usa para acentuar la rotundidad de la isla de la cocina y los lavabos, que son tratados casi como piezas escultóricas.











